miércoles, 30 de mayo de 2012

Noviazgo: ¿Qué hacer mientras espero?



Todos los que hemos pasado por la etapa del noviazgo sabemos muy bien lo que se siente al estar esperando que Dios responda esa tan ansiada petición como lo es: ¿Quién será la chica con la que me casare?
La mayoría de jóvenes quisieran pedirle a Dios que les respondiera esta pregunta a mas tardar en unos cinco minutos y los mas “espirituales” le dan un día completo.
Pero lo que a mi me urge, muchas veces a Dios no, y es ahí en donde entramos en la tan famosa etapa de “Esperar en Dios”.
Posiblemente tu dices: “Yo tengo treinta años y sigo esperando y nada de nada, Dios no responde”, esta claro también que Dios no te llevara a esa persona y con voz de trueno te dirá: “esta es la elegida”, ¡Claro que no!, dependerá mucho de ti el saber interpretar el momento adecuado para que eso se concrete, ya en otra ocasión profundizare sobre esa etapa, en este momento la pregunta seria:
¿Qué hacer mientras espero en Dios a la persona que será mi novio o novia, y por ende mi futuro esposo o esposa?
Te daré algunos consejos a la luz de la Palabra de Dios que te servirán en gran manera mientras esperas en Dios:

Primero, Salmos 37: 4 “Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón”.
 No hay forma de recibir una respuesta mientras no te deleites en Dios, la Biblia es clara en aconsejarte que te deleites en El, pero ¿Qué es deleitarse? Deleitarse es gozarse, agradarse en algo, es sentir placer de estar realizando algo, traducido al lenguaje nuestro seria: “Siente tranquilo en Jehová, porque cuando esto ocurra, El concederá las peticiones que tengas dentro de tu corazón”. No pierdas la paz ni la calma, no te quedaras soltero de por vida, tarde o temprano la persona indica llegara, pero DELÉITATE.

Segundo, Salmos 37: 5 “Encomienda a Jehová tu camino, Y confía en él; y él hará.”,
Que lindo saber que cuando confío totalmente en él, él hará. Amado o amada, es difícil esperar, pero cuando encomiendas y confías en Jehová, tienes que tener la certeza inconmovible de que EL HARÁ. ¿Para que desesperarse?, ¿Para que turbarse?, Si yo confío en Jehová, tengo que estar tranquilo, porque El esta obrando.

Tercero, San Mateo 6: 33 “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”.
Es que sin duda no hay forma de encontrar respuesta sin buscar primeramente el reino de Dios y su justicia, ¿Quieres un excelente novio o novia?, ¿Quieres que la persona que será tu novio o novia sea tu futuro esposo o esposa?, Entonces busca antes que nada el reino de Dios y su justicia.

Cuarto, 1 Timoteo 4:13 “Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza”.
Es necesario utilizar nuestro tiempo para la obra del Señor, no hay mejor cosa que desgastarte para Dios, que lindo es que un joven mas allá de sus necesidad de tener a alguien como novio o novia sienta el deseo ferviente de buscar mas de Dios, de meterse mas con El y de servirle con todo su ser. Mientras esperas en Dios utiliza tu tiempo para leer más la Palabra de Dios, Sírvele en tu congregación lo más que puedas y sobre todo cuida mucho tu relación personal con el Señor. Si haces todo esto no tendrás necesidad de andar pensando tanto en estar esperando, pues estarás tan ocupado en la obra de Dios que cuando menos sientas el tiempo se cumplirá y tu respuesta será palpable.

Quinto, 1 Timoteo 4: 16a “Ten cuidado de ti mismo”,
Pablo le decía esto a Timoteo, ahora yo te lo digo a ti, ¿Por qué?, pues porque en este periodo de espera vendrán muchos “pintados de respuesta de Dios” que querrán entorpecer tu espera, queriéndote engañar. El enemigo también pondrá muchas situaciones que te harán revolver tus emociones, es por esa razón: “Ten cuidado de ti mismo”, no te dejes llevar por lo que “tu crees” que es la respuesta, consulta siempre a Dios, ve a la Biblia, examínalo todo a través de ella, consulta con tu líder espiritual, con tus padres o con personas que tengan la suficiente madurez como para orientarte de una manera espiritual y no emocional.

Estas son nada más algunas recomendaciones, hay muchas más que en cualquier momento te recomendare, pero te aseguro que si tomas en cuenta esto, tu esperar en el Señor será más fácil.
Amado joven, nuevamente te repito: NO TE DESESPERES, no creas que el tren ya paso, ni que perdiste tu oportunidad, ni que ya jamás volverás a tener la probabilidad de entablar un noviazgo, nada de eso será cierto si tomas en cuenta los anteriores consejos.
Recuerda que cuando Dios hizo al hombre dijo: “Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él”, eso significa que tu no estarás solo o sola, Dios te dará la ayuda idónea que necesitas, porque El sabe que no es bueno que estés solo, nada mas NO TE DESESPERES.
¡Vamos!, es tiempo de servirle, de gozarse en El, de cantarle con todas tus fuerzas, de asistir a cuanta actividad de tu congregación puedas, aprovecha tu tiempo de soltería, haz muchos amigos y amigas, ponte a la disposición de tu pastor o líder espiritual para realizar cualquier trabajo, mientras mas ocupado pases en la obra del Señor, menos sentirás el tiempo de espera.
Una cosa quiero que te quede bien claro: NO TE DESESPERES. Dios ya te tiene en su agenda cronológica, solo ESPERA un poco más.

viernes, 25 de mayo de 2012

Comunidad Cristiana: "La Visión de la Verdad": ¿Amor verdadero o enamoramiento temporal?

Comunidad Cristiana: "La Visión de la Verdad": ¿Amor verdadero o enamoramiento temporal?: “ ¿ Cómo puedo saber si estoy realmente enamorado ?” le preguntó un lector al columnista de un periódico. La respuesta fue: “ Si tienes ...

¿Amor verdadero o enamoramiento temporal?


¿Cómo puedo saber si estoy realmente enamorado?” le preguntó un lector al columnista de un periódico. La respuesta fue: “Si tienes que preguntarlo es porque no lo estás”.
La insuficiencia de esa respuesta es tremenda; hay muchos que todavía siguen pensando que cuando el amor golpea se darán cuenta instantáneamente. En verdad eso no es tan fácil.
Una encuesta reveló que en promedio la gente siente enamoramientos pasajeros seis o siete veces y sólo una o dos veces amor real. Posiblemente ya lo hayas experimentado en los romances que has vivido. Pero la gran pregunta es:
¿Cómo puedes saber si es amor verdadero o sólo un enamoramiento pasajero o pasión?

El amor y el enamoramiento caprichoso tienen síntomas similares
El amor y este tipo de enamoramiento tienen algo en común: fuertes sentimientos de afecto por alguien, lo que complica el intento de establecer las diferencias, ya que muchos de los síntomas se parecen entre sí. El enamoramiento más apasionado y ciego puede tener algunas de las características del verdadero amor y viceversa. Las diferencias entre el amor y el enamoramiento caprichoso son más bien de grado. En consecuencia, se deben examinar todas las evidencias con mucho cuidado.
El amor y el enamoramiento comparten tres síntomas: pasión, deseo de cercanía, y emociones fuertes.

Pasión:
La pasión puede surgir sin verdadero amor. En el caso del hombre, particularmente, le es posible sentir pasión o fuertes sentimientos sexuales por una mujer que nunca conoció. Los besos y las caricias audaces aumentan la urgencia de las sensaciones eróticas hasta que el sexo comanda la relación. La pasión por sí sola no es un indicador de verdadero amor. La atracción sexual puede ser tan urgente en estos casos como en el amor verdadero, y en ocasiones puede llegar a ser dominante. El amor debe estar basado en algo más que una atracción sexual o pasional.
Además, nadie puede mantener tal pasión impetuosa durante un tiempo prolongado, aunque asegure lo contrario. Si todo lo que una pareja comparte es pasión, probablemente esa relación concluirá en unos pocos meses. Si una pareja decide casarse sobre la base de esa vorágine de motivación sexual, pronto aprenderá que cuando la pasión muere ya no queda nada que los mantenga juntos.
Deseo de cercanía:
 El deseo continuo de estar cerca del otro puede ser tan abrumador en la pasión como en el amor verdadero. Las ganas de estar juntos todo el tiempo provocan ansiedad ante la separación y puede producir una sensación de vacío y soledad ante la ausencia del ser amado, pero esto no es necesariamente un indicador de amor verdadero. El deseo de estar cerca puede tener la misma intensidad en la pasión y en el amor verdadero.
Emociones fuertes:
Los estudios han confirmado que al comienzo de un simple enamoramiento se experimentan síntomas físicos distintivos. Así por ejemplo, sentirse sobre nubes cuando todo va bien o sentirse enfermo cuando las cosas andan mal; una corriente helada que corre por la espalda, falta de concentración, malestar estomacal o inapetencia. Pero tales emociones se manifiestan tanto en el enamoramiento caprichoso como en el amor real, si bien son más indicativas del primero El verdadero amor incluye algo más que una mezcla de sentimientos frívolos y se extiende más allá del agotamiento de las emociones fuertes.

Si sientes soledad, aburrimiento, o estás en el proceso de olvidar un romance roto, tendrás mayor disposición a interpretar como amor real otro romance que surja, aun cuando sólo se trate de un poco más que enamoramiento. Si te sientes inseguro/a o tienes una baja autoestima, debes ejercer mucha cautela. Las personas maduras y las de autoestima normal también pueden ser atrapadas por la pasión, aunque son más capaces de reconocerla.
No creas que la pasión es algo totalmente negativo. Puede ser una experiencia placentera siempre que la reconozcas por lo que es, un breve interludio de fantasía romántica. Dándole suficiente tiempo pasará o desembocará en una relación real que implica mucho más que un aluvión de emociones. Recuerda asimismo que algunas relaciones que comienzan en pasión se transforman en amor verdadero cuando son probadas a lo largo del tiempo.
El verdadero amor difiere del enamoramiento caprichoso porque otorga tiempo y espacio para reconocer tanto las buenas cualidades como las imperfecciones de una persona. El establecer un compromiso, y tener relaciones sexuales, irse a vivir, o casarse con alguien sobre la base de esos sentimientos prematuros es una necedad y sin duda producirá resultados negativos.

Identifica lo que es real
En 1820, durante la fiebre del oro, los buscadores lo confundían a veces con la pirita. La pirita, o el oro del tonto, como se da en llamar a este mineral, es detectada en una cacerola sobre el fuego. Mientras se chamusca y humea produce un olor muy desagradable. Por el contrario, el calor no daña el oro verdadero ni tampoco produce mal olor. Desafortunadamente, no podrás poner tu relación amorosa en una cacerola sobre el fuego para saber si produce mal olor, pero puedes analizarla a través de estos nueve factores:

1. El amor se desarrolla con lentitud; el enamoramiento caprichoso, con rapidez.
La mayoría de la gente piensa que enamorarse es una emoción repentina e intensa. Carlos dijo: “Me emocioné el minuto en que la vi. Era como siempre me la imaginé. Siento como si la hubiese conocido toda la vida”.
La evaluación de Carlos no es válida hasta después de un año de noviazgo. ¿Por qué? Porque el amor crece y ese crecimiento requiere tiempo. Es imposible conocer a la persona real en sólo unos pocos encuentros. Al comienzo de una relación, todos mostramos la mejor conducta. Ocultamos o reprimimos los rasgos desagradables. Lleva meses observar a una persona en diversas situaciones como para conocerla bien. Muchos saben ocultar los rasgos negativos de su personalidad incluso hasta después de casarse.
No te apresures a sacar conclusiones. Deja que tu relación crezca. Inicia la amistad y no trates de apresurarte durante la etapa del conocimiento. Los comienzos apacibles son parte de los noviazgos agradables. Tales amistades pueden llevar al verdadero amor, que se asemeja a la pasión en intensidad pero está arraigado en la realidad.
2. El amor se basa en la compatibilidad; el enamoramiento caprichoso, en la química y la apariencia.
Esteban siente “buena onda” cuando conoce a una chica linda. Cree que eso es “química” instantánea. “Lo sientes o no lo sientes. Yo lo sentí en el minuto en que la vi”. ¿De dónde sacó Esteban eso de que química y amor son la misma cosa? ¡Del cine, quizás!
Confiar en la “química” para que te lleve al amor es torpe y peligroso. La química está basada mayormente en la atracción física o sexual. Tiene que existir esa chispa que te hace sentir más vital que nunca, pero basar un matrimonio sólo en eso es absurdo.
Es posible sentir una fuerte atracción por alguien que acabas de conocer y que te agrade en todo, pero hay un largo camino por recorrer antes de amar a esa persona. El verdadero amor incluye química, pero se nutre de otros factores tales como el carácter, la personalidad, las emociones, las ideas y las actitudes. El que está enamorado se interesa en la manera en que la otra persona piensa y responde en diversas situaciones, o en los valores que ambos comparten. Deberás observar sus actitudes hacia temas tales como la religión, la familia, el sexo, el dinero y las amistades así como los intereses mutuos, su pasado y sus modales. Cuanto más tengan en común, mejores serán las posibilidades del amor real.

3. El amor se centra en una persona; el enamoramiento caprichoso puede incluir varias.
Un apasionado puede pensar en “amar” a dos o más personas a la vez. Esas personas con frecuencia difieren marcadamente en personalidad. Ana reconoce estar enamorada de dos muchachos y no poder decidirse por uno de los dos. Esteban es maduro, estable y responsable; mientras que Sergio es irresponsable, amante de las diversiones y gastador. En verdad Ana no está enamorada de ninguno. Algo la impulsa hacia el gastador divertido, mientras que sus instintos maduros le dicen que las cualidades de Esteban son más importantes. Al fin combina las cualidades de ambos y piensa que está enamorada de los dos. El verdadero amor se concentra en una persona cuyo carácter y personalidad exhiben cualidades esenciales, pero nunca combina varios individuos para formar uno ideal.

4. El amor produce seguridad; el enamoramiento caprichoso, inseguridad.
El amor se basa en el principio de la confianza mutua mientras que el enamoramiento provoca inseguridad y puede intentar controlar al otro mediante los celos. Esto no significa que cuando uno está realmente enamorado nunca sentirá celos, pero serán menos frecuentes y severos. El verdadero amor confía. Hay quienes se sienten halagados pensando que los celos son evidencia de un amor verdadero, pero estos trasuntan emociones de inseguridad enfermiza, baja autoestima y ansias de posesión. El amor real no actúa de esa manera.

5. El amor reconoce la realidad; el enamoramiento caprichoso la ignora.
El verdadero amor ve los problemas en perspectiva, sin minimizar su seriedad, mientras que el enamoramiento pasa por alto las diferencias sociales, étnicas, educativas o religiosas. Algunas veces hasta se enreda con alguien ya casado y asume que tales aspectos no son importantes. Por el contrario, una pareja relacionada por amor verdadero enfrenta sus problemas con franqueza y cuando un problema amenaza su relación lo discuten abiertamente y lo resuelven con inteligencia. Negocian las soluciones por anticipado.

6. El amor motiva una conducta positiva; el enamoramiento caprichoso tiene un efecto destructivo.
El amor es constructivo y estimula lo mejor de ti, te provee de nueva energía, ambición e interés en la vida. Estimula la creatividad y motiva al desarrollo personal, la superación y todo lo que sea positivo. Esto naturalmente engendra sentimientos de autoestima, confianza y seguridad en uno mismo y nos motiva a triunfar. Estudias con interés, planificas con más eficacia y ahorras con más diligencia. A tu vida se le agrega propósito y sentido. Aunque sueñes despierto, te mantienes dentro de los límites de la realidad y funcionas a tu mayor nivel.
El enamoramiento caprichoso tiene un efecto destructivo y desorganizador. Te hace menos competente, menos eficiente y entorpece el desarrollo de tu verdadero potencial. Te arrastra a sueños imaginarios que te harán olvidar las realidades de la vida, el trabajo, el estudio, las finanzas y otras responsabilidades.

7. El amor reconoce defectos; el enamoramiento caprichoso prefiere no verlos.
El amor reconoce las buenas cualidades del otro y hasta cierto punto las idealiza, pero no considera que la otra persona sea perfecta. Admite los errores, aunque prevalece el respeto y la admiración por las buenas cualidades de la otra persona. La pasión te enceguece para no ver lo que está errado e idealiza a tal punto, que rehúsa admitir las faltas y defiende al amado contra todas las críticas. Admira en exceso una o dos cualidades, al punto que minimiza los defectos. El amor real habilita para amar a pesar de los defectos y no cierra los ojos ante la realidad.

8. El amor controla el contacto físico; el enamoramiento caprichoso lo explota.
El verdadero amor ayuda a la pareja a controlarse en la intimidad romántica, ya que ambos se respetan tanto que voluntariamente ponen límite a esos impulsos. La pasión, en cambio, demanda intimidad con mucha más anticipación. En contraste con la pareja apasionada, una pareja que experimenta amor real ve en la intimidad sólo una parte de la relación. Esto se debe a que los apasionados dependen en gran medida de la atracción física, y la excitación lleva al besuqueo y las caricias avanzadas. Los que lo experimentan por primera vez sienten que es algo especial y asumen que están amando. Ignoran que sus valores, objetivos y creencias podrían no coincidir. Si se casan solamente sobre la base de la atracción física, descubrirán luego que el interés sexual declina y los desacuerdos aumentan.
Aunque el verdadero amor incluye la atracción física, éste brota asimismo de otros factores y el contacto físico tiene un significado más profundo que el puro placer. Para el apasionado, frecuentemente se vuelve un fin en sí mismo. El placer domina a la experiencia.

9. El amor recibe la aprobación de la familia y los amigos; el enamoramiento caprichoso recibe reprobación.
Si los parientes o los amigos no aprueban la relación, ¡cuidado! Si están convencidos de que es una mala elección, probablemente tengan razón. Los matrimonios que no cuentan con la bendición de los padres tienen una alta probabilidad de fracasar. Un investigador comparó las quejas de los casados felices con las de los divorciados, y descubrió que estos últimos eran casi cuatro veces más proclives a quejarse de que sus cónyuges no tenían nada en común con sus amigos. También se halló que las parejas casadas y felices tendían mucho menos a estar en dificultades con sus suegros. Si los padres y los amigos tienen objeciones, ¡cuidado! Si dan su aprobación, anímate.

Tiempo al tiempo
Si has analizado tu relación, pero todavía no puedes decidir si es verdadero amor, date tiempo. El enamoramiento caprichoso quiere acelerar la relación. Las emociones no dan lugar al sentido común y tratan de empujarte a asumir compromisos que más tarde lamentarás. El amor real puede sobrevivir el examen del tiempo, unos dos años de noviazgo, para asegurarte de que estás bien preparado/a para el casamiento. El tiempo brinda experiencia y objetividad.
Cada año miles de parejas se presentan ante al altar con los ojos radiantes y se prometen amor y fidelidad eternas, sin imaginarse que están cometiendo el error más grande de su vida. ¿Qué pasó con sus diálogos apasionados, promesas tiernas, miradas prolongadas, besos enardecidos y susurros amorosos?
Muchos fracasan al no comprender que uno no se enamora por accidente. Eres tú quien decides amar, esto es, pensar, dedicar tiempo y experimentar sentimientos firmes por alguien. Enamorarse es la parte fácil y divertida del amor. La parte que sigue es más difícil, ya que implica asumir el serio compromiso de amar incondicionalmente a una persona imperfecta. El amor genuino dice “Te amaré aun cuando no satisfagas todas mis necesidades, me rechaces o me ignores, te conduzcas insensatamente, tomes decisiones que yo no tomaría, o estés en desacuerdo conmigo y me trates injustamente. Te amaré tal como eres y para siempre”.
Este tipo de amor responde al don creativo de Dios hacia nosotros y puede ser plenamente disfrutado sólo dentro de la protección y seguridad del matrimonio. Somos capaces de amar solamente porque Dios nos amó primero. Amístate con él; entonces serás menos proclive a sufrir decepciones amorosas y tendrás la oportunidad de encontrarte con un amor mutuamente satisfactorio mientras vivas en la tierra.

Vuelve a levantarte!!


Porque siete veces cae el justo, y vuelve a levantarse; Mas los impíos caerán en el mal”. Proverbios 24:16
Nuevamente te sientes sin ánimos, las fuerzas poco a poco van faltando, todo pareciera que va en tu contra y para colmo volviste a caer en el mismo error que habías prometido no volver a caer.
Te sientes muy mal, no encuentras de qué forma presentarte ante el Señor porque te sientes indigno de su presencia.
Estas pensando seriamente en volver atrás, pero algo dentro de ti te dice que esa no es la solución, y aunque humanamente es lo que quisieras hacer, por algún motivo no puedes hacerlo.
Sientes vergüenza de llegar delante de Dios, crees que ya no te oirá mas, que ya no hay perdón para ti, que lo que hiciste fue la gota que rebalso el vaso, que tus oportunidades se acabaron, que ahora si fue el colmo, y toda clase de pensamientos que quieren evitar que vayas y te rindas al Señor.
Y es que el enemigo es astuto, el sabe muy bien en qué momento atacarte con toda clase de pensamientos que quieren denigrarte y borrar la imagen de Dios de tu vida. Y es que sabe muy bien que una de tus debilidades es sacarte en cara los errores que cometes.
Pero aun cuando tú te sientes indigno y aun cuando ni tú mismo te perdonarías por tantas veces que fallas, Dios no piensa lo mismo de ti, El no te ve como tú te vez, porque su visión no es limitada, sino que va mas allá del momento que estás viviendo.
Es mas este día tiene una palabra especialmente para ti y con mucho amor te dice: “Porque siete veces cae el justo, y vuelve a levantarse”, y es que Dios más que nadie desea que te vuelvas a levantar.
Quizá esa piedra que te ha sido un enorme obstáculo en tu caminar este ahí, pero el problema no está en que tropieces y caigas, sino en que no te quieras levantar.
Este día Dios quiere que TE VUELVAS A LEVANTAR, ¿Qué ya lo intentaste muchas veces?, pues entonces ¡Vuelve a Intentarlo!, no te des por vencido, tu naciste para triunfar, tú has sido llamado por el Señor para ser MAS QUE VENCEDOR.
Quizá tú piensas que nadie cree en ti, quizá hasta este punto ni tú mismo crees en ti, pero Dios si cree en ti, Dios si sabe el potencial que tienes y lo usado que puedes ser si permites que El te tome y transforme.
Si hay alguien que siempre ha creído y creerá en ti es Dios mismo, porque cuando él te formo puso en ti cualidades especiales y te doto de la suficiente fortaleza para resistir cualquier situación, a la te sello como victorioso en El, y por tal razón hoy es un día especial en el cual puedes decirte volver a levantarte y luchar como nunca.
No hay nadie que te pueda detener si permites que Dios vaya delante de ti, es hora de cultivar una verdadera relación personal con el Señor para ser fuerte en la hora de la prueba, es día de decidirte a comenzar a hacer su voluntad.
¡Vuelve a Levantarte!, tú no naciste para estar en el suelo, tú naciste para conquistar para ser punta de lanza, para ser cabeza y no cola, ¡Vamos, Vuelve a Levantarte! Dios quiere hacer de ti algo mejor de lo que un día fue, quizá tú creas que no lograras el nivel que antes tuviste, pero déjame decirte que Dios tiene preparado para ti un nuevo nivel, algo más grande porque para eso naciste, ¡Vamos, Vuelve a Levantarte!
Ríndete hoy al Señor, reconoce tu necesidad de Él, renuncia a tus propias capacidades y permítele que El actué en tu vida como él quiera actuar, estoy seguro que hará una obra maravillosa en tu vida.
¡Vuelve a Levantarte!

Me siento indigno de ser llamado Hijo de Dios!

Estoy seguro que en algún momento de tu vida cristiana te has sentido indigno de hacerte llamar hijo de Dios, quizá por tus recurrentes errores o faltas, quizá por alguna área de tu vida que no has podido superar y se ha convertido en tu aguijón o porque crees que eres demasiado malo o mala como para hacerte llamar de esa forma.
Y es que no vamos a negar que todos quisiéramos hacer bien las cosas, no vamos a negar que la intención de agradar a Dios está en nosotros, pero por alguna razón nos cuesta un mundo llevar a cabo su voluntad o por lo menos dejar de fallarle.

Yo sé que es ese sentimiento que nos embarga a la hora de hacer algo que consideramos que no teníamos que hacer. Sé lo que se siente prometer a Dios no hacer eso otra vez y volverlo a hacer. Sé lo que se siente ver como Dios a pesar de nuestros continuos errores sigue siendo Fiel a nosotros.
En mas de alguna ocasión me he sentado en mi cama y reflexionado sobre ¿Por qué actuamos de esa forma?, ¿Por qué hacemos cosas que no queremos hacer, pero que terminamos haciéndolas?
En ocasiones me he encontrado llorando como un niño delante de Dios pidiéndole perdón nuevamente por algo que en más de alguna vez se lo he pedido. Y es que llegar delante de Dios después de fallarle en algo que prometiste no volver a fallarle es duro, y de no estar preparado puede ser el inicio de una caída libre.
En esos momentos en donde nuestras emociones se alborotan por el hecho de no hacer lo que Dios quiere que hagamos y en donde nos sentimos derrotados, sin fuerzas y quizá lo peor de todo: Indignos de Él, es cuando el enemigo quiere sacar ventaja.
Estoy seguro que en esos momentos en donde te sientes que no eres digno de seguir a Dios, ni mucho menos de llamarte su hijo, vienen una cantidad de pensamientos a tu mente tales como: “¡Que hipócrita eres!”, “¡Eres un caso perdido!”, “¿Otra vez?, ¡Dios ya está cansado de ti!”, “¡Eres un fracasado!”, “¡Ni vergüenza tienes de venir delante de Dios!”, “¡No mereces nada de lo que Dios te da!” y muchísimas frases parecidas a esas o que llevan el fin de aumentar tu sentimiento de indignidad.
Y es que tienes que entender que el enemigo de nuestras almas buscara la mínima oportunidad para minar tu mente con un sinfín de pensamientos negativos que lo único que querrán hacer es alejarte mas y mas de Dios.
Lastimosamente, a veces creemos las frases mentirosas y con mala intención que el diablo envía a nuestra mente. A veces creemos cada cosa y la tomamos como que si Dios mismo nos la estuviera diciendo.
Ahora te pregunto: ¿Acaso Dios te trataría mal?, ¿Acaso Dios te diría que eres un caso perdido?, ¿Te diría Dios que eres un hipócrita o un bueno para nada? Eso sería lo contrario a lo que Dios es, la Biblia dice que Dios es AMOR, que fue tan grande su amor o tanto nos amo que envió a su único Hijo a morir por nosotros.
¡Imagínate!, un Dios que es capaz de enviar a su único Hijo a morir por ti y por mí, es un Dios QUE NOS AMA CON UN AMOR ETERNO como lo dice su Palabra.
Quizá estos días te has sentido indigno de ser su hijo o de seguirlo, quizá tus acciones dicen lo contrario de lo que tu corazón realmente siente, quizá eres una persona que está batallando con hábitos negativos que no agradan a Dios y al verse acorralado por dichos hábitos, sientes que no mereces mas ser su hijo.
Pero no te corresponde a ti juzgar si mereces o no ser su hijo, la Biblia dice: “A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios” Juan 1:11-12 (Reina-Valera 1960)
Dios te hizo su hijo porque un día creíste en Jesús, porque un día aceptaste el sacrificio que Él hizo por ti para perdón de tus pecados, un día reconociste tu necesidad de perdón, por lo tanto tu eres hijo de Dios y eres tan preciado porque vales la sangre preciosa que Cristo derramo en la cruz del calvario por ti y por mí.
No merecíamos tanto amor, ni mucho menos un sacrificio tan grande, pero Dios de que no merecíamos lo que hizo, tuvo a bien hacerlo, porque nos amaba, porque sabía que podíamos ser parte de su equipo, porque quería regalarnos vida eterna y porque somos como la niña de sus ojos.
Tú vales mucho, Dios te hizo digno de vida eterna, no por algo que hiciste, sino por lo que Cristo hizo por ti, no porque lo merecías, sino porque Dios tuvo a bien hacerlo, eso se llama GRACIA, un regalo inmerecido. Merecías la muerte, más Dios te dio vida, eso se llama: MISERICORDIA, lo contrario a lo que mereces.
No permitas que el diablo de saque ventaja, no prestes tus oídos para que te lleve de su basura, al contrario, no escuches lo que te diga e inténtalo nuevamente.
El reino de los cielos estará lleno de valientes, de personas que no se rindieron frente a sus debilidades y defectos, sino que fueron determinados en seguir luchando hasta alcanzar llegar a ser conforme al corazón de Dios.
Quizá en el camino habrá muchos baches, quizá habrá momentos de derrota y frustraciones, quizá el enemigo te enviara cientos o miles de pensamientos negativos para desanimarte, pero tu virtud estará en no hacer caso a sus ideas y dirigir tu mirada al único que te conoce y cree en ti, esto es: A Cristo Jesús Señor nuestro.
Dios jamás te acusara, al contrario te animara, jamás te dejara de amar, porque su amor hacia tu vida es eterno, por tal razón una de las formas de retribuir ese amor incomparable es: NO RINDIENDOTE, intentándolo cuantas veces sea posible, apegarte a Él y permitir que con su ayuda puedas salir adelante de toda situación que crees invencible.
Hoy Dios quiere recordarte lo preciado que eres para Él, lo mucho que te ama y lo mucho que anhela verte luchando, no te rindas, por lo que más quieras, ¡No te rindas!, tú vales mucho, este momento de sentimientos encontrados pasara, pronto veras como Dios terminara la obra que ha comenzado en ti, estas en proceso de construcción, Dios trabajando en ti, pero aun no ha terminado, ¡No te rindas!
¡Vamos! ¡Levántate una vez más!, lo que Cristo hizo por ti es suficiente motivación como para no dejarnos vencer, es suficiente motivación como para decirle al enemigo en su cara: “¡No me daré por vencido!”
El enemigo solo quiere verte vencido para reírse en tu cara, Dios con ojos de amor lo único que quiere es verte en victoria, por lo tanto: ¡No te rindas! ¡Eres tan valioso para Él porque vales la sangre su Hijo unigénito!
No sigas creyendo que no eres digno, porque si lo eres, porque Dios así lo quiso y porque un día estarás con Él por toda la eternidad, no por algo que hiciste o merecías, sino porque Dios te amo tanto que así lo decidió, por lo tanto: ¡Pelea y no te des por vencido!
¡Muestra no dándote por vencido que eres digno de Él!
Con este fin oramos siempre por ustedes, pidiendo a nuestro Dios que los haga dignos del llamamiento que les hizo, y que cumpla por su poder todos los buenos deseos de ustedes y los trabajos que realizan movidos por su fe. De esta manera, el nombre de nuestro Señor Jesús será honrado por causa de ustedes, y él los honrará conforme a la bondad de nuestro Dios y del Señor Jesucristo”. 2 Tesalonicenses 1:11-12 (Dios Habla Hoy)